miércoles, 26 de noviembre de 2008

¡EL DESAFÍO DE DESCUBRIR ALGO NUEVO!

¡Hola!, ¿qué tal?

La semana pasada no pude hacer la entrada correspondiente por varios motivos: el primero, porque cogí una bronquitis de aúpa; y porque telefónica me dejó una semana sin internet. Bueno, al final todo se ha solucionado porque me encuentro mucho mejor y...porque me he cambiado de compañía. Ahora tengo a Jazztel, que tiene mejores servicios en cuanto a atención al cliente y me resulta mucho más barato que antes. Ya sé que se resaltan algunos matices de crítica por un lado y de publicidad por otro respectivamente, pero la paciencia y el bolsillo tienen sus límites. Perdonadme por ello y vamos al asunto, que es lo que interesa.

En primer lugar tengo que reconocer que la clase de hoy me ha dejado un pocazo perpleja. Siempre que voy a la Biblioteca me hago un lío con los detalles de catalogación que encuentro en los manuales y demás libros. Y eso me confunde. Pero hoy, en el aula de informática se me han ido aclarando las ideas y he podido comprobar que detalles de información que antes no percibía en cuanto a la catalogación, ahora los entiendo mucho mejor (aunque debería echar una ojeada a un manual además). Incluso me he dado cuenta que antes tampoco les prestaba atención. Ahora sé que esos detalles no me van a pasar desapercibidos: en primer lugar porque ya casi los identifico; y en segundo lugar porque tendré en cuenta que es el resultado de un esmerado, minucioso y complicado trabajo de verdaderos profesionales en el ámbito bibliotecario. Es de agradecer la difícil labor que se efectúa para que todos los libros, revistas y demás estén perfectamente registrados y así se ofrezca un buen servicio al usuario. Pero...¿y si se lograra convertir el mundo en una gigantesca biblioteca virtual? Tal vez el Boocrossing sea sólo el principio de una posible realidad.